La Confederación Cósmica de planetas se confrontó con un serio problema. El planeta
y los seres, del planeta secundario llamado Satién, ubicado en la constelación de
Urzo, estaba presentando síntomas extraños en su energía, los seres no reciclaban el
conocimiento cósmico, significaba que no se nutrían de la Sabiduría Universal, eso
les producía inercia y lentitud en la elaboración y captación de pensamientos y al tener
esta anomalía, se retroalimentaban de sus propios pensamientos, formando un círculo
vicioso y retroactivo.
Esto está sucediendo desde hace años en el planeta Tierra