La Confederación Cósmica sabía que con esa explosión, el mal sé esparciría en el
universo. El virus ambición estaría incontrolado atacaría y arrasaría con todo lo que se
cruzara a su paso. La enfermedad estaría creciendo y se estaría ramificando.
Luzbel y Lucifer crearon hologramas de sí mismos, transformando la energía redonda
en triangular y lo lograron juntando ambas energías, formaron dos triángulos que los
cruzaron entre sí y al hacerlo, se formó una estrella de 6 puntas, un triángulo
representaba la elevación y el otro la evolución, al girar la estrella a una velocidad
determinada, redondeaba sus puntas, alterando la vibración y la frecuencia, de esta
manera la energía era atraída a otra realidad de existencia.
La malla había sido creada triangularmente, significaba que ninguna energía del
planeta Satién podía traspasarla, porque ellos tenían sus energías deformadas y
distorsionadas. Luzbel y Lucifer descubrieron la forma geométrica de la malla, esas
investigaciones lo lograron en base de muchas experiencias matemáticas, crearon
hologramas con energía triangular uno derecho y otro invertido y al hacer girar la
estrella, pudieron pasar por el centro de la malla, mejor dicho, aprovecharon pasar por
el núcleo de la estrella.
La Confederación Cósmica había invertido el triángulo con el único propósito de
confundirlos y no dejarlos escapar, más Luzbel y Lucifer lograron descifrar y encajar
los triángulos de tal manera que pudieron crear los hologramas perfectos para poder
escapar. Imprimieron en esos hologramas toda la esencia de sus vivencias,
preparándose para la fuga, la cual se realizaría cuando el planeta estuviera muy cerca
de su aniquilamiento.
La Confederación Cósmica tomó todas las providencias del caso, al saber que el
planeta explosionaría, colocaron la malla etérea alrededor de cada habitante, así de
esa forma el virus ambición no se expandiría más de lo pensado.
A pesar que todo estaba protegido, la Confederación Cósmica a través de cálculos
matemáticos muy precisos, supieron en que lugar caerían los fragmentos después de
la gran explosión, estos fragmentos tendrían que ser clasificados y nuevamente
protegidos con la malla etérea, porque ellos sabían que cada uno de ellos se
convertiría en un nuevo Planeta. Si cada uno de estos fragmentos no era protegido y aislado, contaminaría los planetas más cercanos. La Confederación no podía permitir
que el virus se expandiese, debían tomar todas las precauciones y cuidados.