Satién fue colonizado, porque las primeras experiencias de implantación no dieron el
resultado esperado por los seres de la Dimensión Regular, ellos fueron los primeros
colonizadores que se atrevieron a entrar en una dimensión descendente. Los
científicos debían descubrir a través de la investigación y estudio, el comportamiento
del hombre en la densidad, aún no tenían el conocimiento y para realizarlo, debían
hacerlo a través de los voluntarios que se ofrecían para esos experimentos. Era
importante para ellos descubrir también, la especie y linaje que podría soportar el
descenso, porque no todos los seres de la Dimensión Regular podían hacerlo, por eso
a través del linaje y jerarquía pudieron escoger unos cuantos seres, los cuales fueron
preparados y escogidos para ese menester.
La Dimensión Regular se encontraba en esos momentos en el esplendor de su
desarrollo, ellos habían conseguido una interacción perfecta entre ellos, se habían
expandido por algunos planetas que los albergaban, eran solo 9 los planetas que
formaban su dimensión, hasta hoy en día podríamos decir que es una dimensión de
calidad y no de cantidad. Se escogieron de cada planeta una pareja de seres, ellas
debían descender a la Dimensión Secundaria y colonizar al planeta Satién, el cual ya
había sido preparado para albergarlos. La colonización fue un éxito, las 9 parejas, o
sea, los 18 seres se adaptaron perfectamente, formaron sus familias y descendencia.
Mucho tiempo pasó para que la Dimensión Regular percibiera una pequeña anomalía
que se estaba expresando en las generaciones posteriores, esa pequeña falla
genética, comenzó primero en la energía-pensamiento, la cual se expresaba como un
deseo que al principio parecía parte de la propia naturaleza ayapliana, pero que al final se convertía en deseos incontrolados de posesión, esos deseos incontrolados
generaban una energía-pensamiento dañina que al penetrar en otras mentes, corroía,
oxidaba y aniquilaba.El deseo incontrolado e inconsecuente proyectó una necesidad que debía llenarse,
haciendo que los seres de Satién comenzasen a producir alteradamente también
necesidades superfluas e innecesarias solo por el simple placer de obtenerlas. La
acumulación de bienes vanos y caprichosos convirtió a los seres de Satién en
energías-pensamientos desequilibrados. Ellos eran el mismo reflejo de sus propios
pensamientos.La alteración vibratoria de Energías-Pensamientos en los seres de Satién, trajo como
consecuencia que la vibración emanada en forma de pensamientos grabados, tendía a
acumularse y aglomerarse, la vibración no tenía fluidez, se trababa constantemente,
esa falta de fluidez y el cúmulo de energía fueron llamados: energía ionizada. Los
cristales absorbían la luz cósmica, más al pasar por los cúmulos de iones estos la
desviaban por otros canales, el ser de Satién no llegaba a entender lo que el cosmos
le transmitía y al no poder hacerlo, lo comprendía a su manera y lo realizaba de
acuerdo a su entendimiento distorsionado. La visión de su vida ya no era de acuerdo a
las directrices del universo, por lo tanto él creó una luz artificial dentro de sí, significaba
que sus necesidades se alteraron y la proyección de su existencia se adecuó a un
camino que él mismo elaboró, la energía se moldeó a imagen de sí mismo, de su
entorno y de la sociedad en que se desarrollaba.
La luz de su vida era él mismo y no el verdadero universo, que era su origen y su
regreso. En pocas palabras él creó una luz artificial inventada, sin conocimiento ni
entendimiento, que lo encaminó a la oscuridad y al ostracismo.
Cuando decimos luz artificial significa, que el ser corta toda comunicación con su
origen y crea paralelamente otra realidad inventada y construida por él mismo que le
produce placer y satisfacción a sus sentidos externos. Esta realidad inventada es
plasmada de acuerdo a las normas dictadas por otros seres más fuertes, que dominan
el entorno y a otras energías-pensamientos. Estos seres dominantes se convierten en
la luz artificial de los débiles e ignorantes.