Cuando el petróleo fue descubierto por los científicos, hace más o menos unos 120
años y comenzaron a hacer experimentos con el, el problema de agravó, porque la
ambición y el poder han tomado las mentes de los hombres, expandiéndose y
dispersándose para causar el caos y el sufrimiento de los hombres.
Si el planeta Tierra continúa así, corre el riesgo de ionizarse al igual que Satién,
porque toda su tecnología gira alrededor de la electricidad emanada del petróleo y
ésta desgraciadamente redundará negativamente en las energías-pensamientos del
planeta. El hombre afectará su energía-pensamiento y también su energía-materia,
porque comenzará a transformar la energía-pensamiento de su cerebro en reptiliano,
sus características humanas tenderán a desaparecer.
A través de la evolución, aquellos que no eleven a pesar de tener todas las
posibilidades de hacerlo en el transcurso de los alineamientos y se encuentre
totalmente enfermo del virus ambición, entonces su destino estará trazado. Así como
los pensamientos de energía positiva se convertirán en ayaplianos-humanos, la
energía de pensamiento negativo-enfermo se convertirá en reptiliano-humano.