Más allá de lo que se conoce. Parte 1
Desde el punto de vista de la Tierra, nuestra narrativa (extraterrestre) resulta esclarecedora, llena de experiencias transformadoras relacionadas con el contacto con seres cósmicos y la confrontación con entidades malignas o regresivas que habrían influido en la evolución de la humanidad, sembrando confusión, división y control. Dentro del conformismo y de la sensación de desesperanza respecto al estado actual de la humanidad, surge una razón de peso para seguir existiendo y emancipar conocimientos de expansión de la conciencia. Al comparar los problemas del planeta con la intervención de fuerzas oscuras, se evidencia que la humanidad se encuentra bastante limitada y acechada por entidades cósmicas no humanas, poco amigables, que están en la Tierra y son expertas en dañar vuestros genes cósmicos: el ADN.
Este mensaje también requiere ser valorado por su importancia en el despertar de la conciencia, en el reconocimiento de los valores intrínsecos y de los mecanismos invisibles que afectan a la humanidad, así como en la comprensión de las dimensiones espirituales de la existencia, tanto en el plano astral como en el físico. Sin embargo, también se presenta una advertencia: la humanidad está atrapada en un ciclo de ignorancia y manipulación, lo que dificulta su capacidad para avanzar hacia un estado superior de conciencia y libertad.
Este tipo de narrativas puede resonar profundamente en personas interesadas en la espiritualidad y el crecimiento personal. Las tentativas de contacto extraterrestre o de movimientos de despertar de la conciencia han sido numerosas, con la intención de advertir al colectivo humano; es un hecho que ocurre a diario y que los sistemas gubernamentales ocultan desesperadamente. Se trata de un mensaje de alerta, pero también de una invitación a la cordura y a la reflexión sobre el propósito de la vida, el destino de la humanidad y el papel de las fuerzas cósmicas en la evolución de los seres humanos.
