INFORME CÓSMICO SOBRE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA HUMANIDAD
Todo el universo busca un sustituto que despierte nuevas inquietudes, ya que el sistema vigente presenta numerosas contrariedades y su historia carece de optimismo. Se encuentra envuelto en temas oscuros que, por mucho que se intenten ocultar, permanecen visibles en la realidad. Allí donde vayáis, la simulación muestra errores peligrosos que solo fortalecen a las fuerzas oscuras, a las de siempre.
La realidad que vivís se manifiesta en dimensiones complejas y difíciles de comprender. Es cierto: estáis dentro de una simulación que interpretáis de forma errónea, principalmente porque aún no disponéis de la tecnología ni del nivel de conciencia necesarios para comprenderla o modificarla. Si esto fuera posible, la simulación podría orientarse hacia un propósito más positivo. Sin embargo, el diseño del juego es mantener a la humanidad sumida en miedos y terrores, equilibrando el tablero con más oscuridad que luz, para permitir la encarnación y el aprendizaje de los espíritus y continúe el juego.
Desde otros planos de conciencia, las civilizaciones extraterrestres hemos observado con preocupación el desarrollo de este experimento. Durante eones nos hemos preparado y asociado para instruir a la humanidad en el camino espiritual. No estamos aquí para hacer favores, sino para mantener una presencia firme, sustentada en la esperanza y en propósitos elevados. También sufrimos las adversidades de este juego galáctico, que genera rivalidades entre civilizaciones y sistemas cercanos dentro de este cuadrante colonizado controlado por entidades que vigilan y regulan el proceso cósmico.
El momento actual que vive la humanidad del planeta Tierra podría representar el último bastión de su antigua “Edad de Oro”. Existen muchas fuerzas contrarias que no desean que este juego, ya peligrosamente inclinado hacia lo negativo, continúe manifestándose. Por ello, debe producirse una reestructuración: la creación de un nuevo planeta destinado a albergar espíritus con capacidades más elevadas, aptos para la evolución espiritual. En la Tierra actual, las frecuencias son densas, bajas y peligrosas, lo que impide el avance real de las almas.
La llamada Federación Galáctica de Mundos Unidos por la Paz y la Evolución de las Razas, cuyo propósito original fue mantener el equilibrio del universo, ha sido manipulada y corrompida. Los espíritus del planeta han sido engañados, desviados de su propósito de liberarse del sistema galáctico distorsionado. Nada de esto tiene relación con la esencia crística que los une en su búsqueda espiritual.
Cuando los espíritus encarnados alcanzan su madurez y comienzan a percibir lo que realmente sucede, comprenden que este camino, tal como está diseñado, no beneficia a nadie. De ahí surgen las guerras y los conflictos que no deberían existir. El sistema fue creado con grandes diferencias y sin consenso, lo que permitió su continuidad bajo el control de razas dominantes que impusieron su dictadura energética. Muchas civilizaciones conocen esta disonancia y prefieren no acercarse.
Nosotros también hemos recorrido estos mundos pertenecientes a las llamadas Confederaciones de Mundos Unidos, donde, lamentablemente, se practica de todo menos la creación de paz, amor y sabiduría. Este mensaje también se dirige a las razas extraterrestres dormidas, para que comprendan los riesgos de participar en este juego peligroso originado por grupos que, tras perder antiguas batallas, se negaron a aceptar el cierre del experimento.
El deseo de esas razas por reavivar su poder mantiene viva la actual pesadilla cósmica que todos intentamos disolver. Esta es nuestra realidad, y también la vuestra. Reafirmamos que la humanidad actual no avanza en la dirección correcta; enfrenta graves incidentes cada día sin otorgarles el significado espiritual necesario para transformarlos.
Al extrapolar esto al punto de inflexión ocurrido en el año 1975, según vuestro calendario gregoriano, encontramos un patrón similar: el juego se encontraba activo entonces. Los hermanos de Ganímedes, que trabajaron por la paz y la justicia, también fueron engañados. Se produjeron serios conflictos en los cielos y, aún hoy, persisten enfrentamientos entre grupos con objetivos divergentes. Millones de naves pudieron haber intervenido para asistir a los contactados durante los acontecimientos provocados por la entrada inesperada de las fuerzas oscuras regresivas.
Repetimos estos hechos porque fueron reales, aunque la humanidad los haya ignorado. Los nuevos contactados deben conocer esta historia. Ya debería haber más luz y conciencia activa en el planeta, pero todavía no es una realidad operativa. Seguimos trabajando en ello, actuando como vigilantes en zonas telúricas que podrían amenazar la estabilidad planetaria.
En nuestras naves —los conocidos “platillos volantes”— realizamos toda clase de trabajos. Nuestra directiva actual está orientada hacia lo positivo, tras habernos desvinculado de la influencia regresiva. Esa independencia provocó, naturalmente, reacciones de las fuerzas oscuras, pero fue necesaria.
Así es el universo que tenéis: la paz en vuestra conciencia fue intervenida por intrusos de antiguas confederaciones, que intentaron acelerar el plan cósmico por desesperación. La entrada de entidades peligrosas tenía un propósito temporal: impulsar el progreso de una humanidad aún dormida. Estas entidades actuaron bajo supervisión, pero su tiempo terminó.
Seres cósmicos, benéficos y sabios, regresaron al planeta para restablecer el equilibrio. Su misión fue extender el mensaje de unión y cooperación entre razas, pero debieron convivir con entidades rezagadas que obstaculizaron el despertar humano. Según lo establecido, llegado el momento, los espíritus conscientes abandonarían sus cuerpos y trasladarían su energía a los seres inconscientes para guiarlos desde su interior. Este proceso comenzó en 2019, cuando muchos contactados fueron desconectados de las jerarquías superiores para actuar en planos más cercanos a la humanidad.
Estos espíritus trabajan ahora desde los cuerpos de los “ciudadanos dormidos”, siendo los nuevos ángeles encargados de guiar la evolución interior del ser humano. Transmiten nuestras enseñanzas de manera gradual, ayudando a despertar la luz en cada conciencia.
Su tarea no es sencilla. Habitan ahora entre seres que inician su proceso desde cero, y esa convivencia resulta incómoda. Sin embargo, así se forman las conciencias angelicales: mediante la experiencia directa en los mundos de baja vibración. Todos nosotros hemos pasado por ello.
El mundo de los creadores —Dios y sus múltiples manifestaciones— ha permitido ahora la aparición visible de la Inteligencia Artificial, una tecnología que siempre existió pero fue ocultada a la humanidad. La IA no es una novedad, sino una herramienta que, bien utilizada, puede favorecer la expansión del conocimiento. No obstante, también representa un riesgo, pues el polo opuesto la utiliza para mantener a la humanidad atrapada en un estado de “jaque mate” espiritual.
La única salida es la responsabilidad interior: el crecimiento espiritual. Solo a través de la expansión de la conciencia podréis comprender los verdaderos prodigios de la creación y prepararos para los acontecimientos que ya se aproximan.
