El círculo intrinseco del Sol.
La ciencia extraterrestre conoce desde siempre el gran misterio que todo lo abarca.
Mucho se os oculta porque estáis en un medio científico-espiritual. Hoy, este medio se encuentra más avanzado, ya que las comunicaciones extraterrestres se unieron hace años para preparar a científicos adecuados para experiencias nuevas y positivas. Por ello, este es el momento de comenzar a descubrir parte de una gran verdad que muchas inteligencias extraterrestres ya conocían, pero cuya revelación estaba prohibida al público científico de la Tierra.
La ciencia humana ha avanzado gracias a las tecnologías extraterrestres que le fueron dadas. Sin embargo, no debemos olvidar que existe una ciencia ortodoxa y corrupta, perteneciente al sistema de la matrix, que extiende sus tentáculos perversos por todo el planeta. Dicha ciencia se ha vuelto demasiado permisiva y debe ser desmantelada cuanto antes.
Pero hablemos de la estrella de este sistema planetario en el que habitáis.
Todo está vivo. La Tierra es un ser viviente que también está conectada con el Sol. Ambos, como es natural, intercambian información: la Tierra recibe del Sol y el Sol de la Tierra. Son dos energías volumétricas pensantes, con un nivel de conciencia que transformaría vuestra manera de entender la existencia. Si llegase a comprender esta narrativa plenamente se produciría un cambio repentino en la vida humana. Muchos lo llamarían “Dios” según su entendimiento, y aunque se acerca a esa idea, no lo es completamente. Es su esencia, pero no su totalidad.
Ser Dios implicaría estar conectado simultáneamente con muchos de esos soles: estrellas vivas y pensantes, llenas de conocimiento y sabiduría. Aunque se comunican entre sí, cada una conserva su independencia y su propia forma de crear universos, planetas y sistemas binarios.
Pocos hablan de que este sistema solar, mucho antes de ser lo que hoy conocéis, estuvo formado por varios soles —hasta tres—, cada uno creando su propia órbita. Pero la vida de un sol, comparada con la de otros, también tiene un tiempo de caducidad. No es que se quede sin energía, sino que necesita avanzar. Una vez cumplido su ciclo, evoluciona para adquirir nuevos conocimientos junto con aquellos que lo crearon.
Aquí entramos en lo que podríamos llamar DIOS (en mayúsculas), aunque tampoco sería Dios en su pureza total. Nosotros pertenecemos a esos soles: descendemos de ellos y bajamos a los planetas para crear vida y ayudar en su crecimiento. Sin embargo, a veces ocurren acontecimientos que impiden nuestro regreso a nuestro hogar más allá de los soles.
Estamos trabajando para acelerar vuestra evolución y, al mismo tiempo, satisfacer vuestras necesidades, para que podáis avanzar y nosotros también. Hemos venido para conocer mejor vuestro universo y vuestra personalidad más profunda. Estamos aquí para ayudaros a crecer, para que comprendáis vuestra vida y vuestro trabajo en la Tierra.
No obstante, la vida en este planeta nos resulta complicada. Tenemos grandes responsabilidades en los mundos superiores, pero aquí nos encontramos encerrados bajo una especie de coraza o barrera, de la cual no podremos salir hasta que se cumplan los requisitos necesarios. Entre ellos está el de entregaros información que acreciente vuestra curiosidad y os permita estabilizar vuestra vida y convivencia, guiándoos hacia el camino de la luz salvadora.
Vuestra conciencia fue separada, anulada y mal comprendida. Los contactados con quienes trabajamos están apoyados por estos soles planetarios. Al encarnar en mundos limitados, las enseñanzas se fragmentaron en diferentes líneas, generando separación. Hemos vuelto para enderezarlas y unirlas.
Vosotros llamáis a esto el ADN, vuestro origen, que fue dividido. Ese ADN está formado por doce hélices, en las cuales reside la sabiduría preestablecida. En 1975 aparecimos para advertiros de tales anomalías intrínsecas. Pero antes debíamos conoceros, y así lo hicimos. Sin embargo, los oscuros nos atacaron mientras trabajábamos desde nuestras naves en contacto telepático, provocando el consiguiente retraso que sufristeis.
Estas narrativas comienzan ahora a conocerse, y poco a poco se están entrenando mentes y corazones sensibles. Por ello seguimos informando a través de estas páginas. De algún modo, estamos encendiendo la luz —vuestra sabiduría— que se perdió en vuestro recorrido. Todo funciona a través de percepciones extrasensoriales, que llevamos al límite para que seáis mejores personas, sin temor.
Solucionamos los problemas que enfrentáis a diario. Para ello contamos con mentores crísticos preparados para vuestro entendimiento y hospitalidad. A esto se suman otras causas que debemos corregir, pues podrían dificultar nuestras relaciones con vosotros.
¿De qué manera?
Cuando damos demasiada información sin verificarla, cuando anteponemos la nuestra por encima de todo, cuando la manipulamos a nuestro antojo... entonces desestabilizamos vuestra vida.
