La Oscuridad de la Desinformación
Demasiada desinformación inunda la mente de millones de humanos en este planeta. Todo parece infectado, deteriorado. Los medios de comunicación han perfeccionado el arte del secuestro de las ideas: anestesian el pensamiento de los espíritus críticos, sustituyen la búsqueda de la verdad por el entretenimiento vacío, y moldean a la humanidad en una pasividad dócil.
Esta obra está dispuesta y programada para el servicio de anular la vida las apetencias de los ciudadanos responsables creandoles una maniobra infantil fácil de manipularlos
Esta desinformación esta llevando al mundo a ser más escéptico de lo que era antes ,el trabajo de anularlo completamente y sean obedientes a sus antojos.
Todo este contenido se repite y sucede todos los días en el planeta
El planeta esta sufriendo las consecuencias de los oscuros,(regresivos no humanos)ellos están gobernando llevando a este mundo a la corrupción y aceptación de los débiles apáticos y temerosos
quienes son ustedes los terrestres que duermen no buscan se deja llevar por estos infames sistemas.
Los periódicos, tanto locales como nacionales, continúan adaptando la mentira a las formas del pensamiento retrógrado. Así, los pueblos, aferrados a los medios oficiales, confunden lo falso con lo real. La claridad se ha vuelto una rareza, mientras las sombras repiten sus discursos envueltos en apariencia de verdad. Los políticos y gobiernos corruptos —representantes de lo maligno— se erigen como portavoces de una realidad invertida.
El propósito de esta gran obra mediática no es informar, sino anular: apagar la vida interior de los ciudadanos, convertir sus deseos en maniobras infantiles, su conciencia en obediencia. Esta desinformación, repetida cada día, ha sembrado el escepticismo y la desconfianza hasta en las almas más despiertas.
¿Cómo distinguir la verdad cuando ésta apenas asoma por un instante? ¿Cómo discernir cuando las voces auténticas son ahogadas por el ruido del sistema?
El planeta sufre las consecuencias de las fuerzas oscuras —entidades regresivas, no humanas— que gobiernan a través de la corrupción, la apatía y el miedo. ¿En qué mundo habitáis, humanos terrestres, cuya verdadera realidad ha sido borrada? ¿Quiénes sois, que dormís sin buscar, entregados a los sistemas infames que os dominan?
La información es necesaria, pero no la que os ofrecen los medios de desinformación. La vida continúa, sí, pero la humanidad no aprende. Permanece adormecida ante los noticieros del sistema. Sin embargo, hay quienes saben, quienes disciernen, quienes enfrentan el contenido manipulado y descubren la verdad oculta: aquella que los poderosos temen, porque despierta a los incautos y desestabiliza los cimientos del dominio.
Nosotros, los que observamos desde más allá, conocemos la oscuridad y sus tentáculos, pues alguna vez también formamos parte de ella. Somos la frecuencia y la sintonía de esos antiguos tiempos en que los oscuros llegaron —o fueron entregados— a la Tierra, donde permanecen confinados bajo su superficie. Lo que sucede hoy ya sucedió antes. La historia se repite.
La Federación Galáctica, heredera de sus propios errores, continúa influyendo en las masas con métodos absurdos y perjudiciales. Pero el tiempo ha cambiado: habéis entrado en una nueva línea temporal, un futuro donde todo será transformado. En nuestra realidad —el eterno presente—, las conciencias cósmicas que habitan en la Tierra intervienen cuando el planeta entra en peligro. Ellas son las guardianas invisibles, las jerarquías amorosas que trabajan por el bien planetario y humano.
Más allá de confederaciones y alianzas cósmicas, existe una fuente oculta, una fuerza que protege y guía desde los lugares menos imaginados: un mundo dentro y fuera del mundo. Sin embargo, las federaciones continúan administrando, poblando, experimentando con razas estelares, imponiendo directivas que limitan la libertad de los pueblos, mientras los intrusos del subsuelo —las antiguas alimañas de la oscuridad— siguen corrompiendo la Tierra con odio, mentira y manipulación.
Humanidad dormida: ha llegado el momento de alzar la voz, de conectar con vuestro Ser, con vuestro Yo cósmico. Sentid su presencia. Recordad quiénes sois. Hacedlo ahora.
