El universo prohibido. 🌌Parte 6
Desde la creación de la Federación Galáctica, muchas otras razas extraterrestres se unieron en defensa de los débiles y de aquellas civilizaciones que, en sus planetas de origen, fueron esclavizadas. Con el paso de los siglos, la emancipación se fue extendiendo, dando origen a lo que hoy conocemos como la Federación Galáctica: defensora de mundos libres. No está de más recordar, una y otra vez, cómo y por qué fue creada. Esta narrativa nos invita a reflexionar sobre estos acontecimientos, pues muchos de ustedes estuvieron allí, luchando para liberar mundos oprimidos por razas oscuras contrarias a la Fuente Original.
Sí, hermanos del planeta Tierra, a grandes rasgos y de manera sencilla y coloquial, así se desarrollaron los hechos.
Hoy continuamos en una situación similar; poco o nada ha cambiado. La realidad extraterrestre sigue contaminada por razas dañinas, y el planeta continúa sin poder levantarse completamente. Desde entonces hasta ahora, han seguido infiltrándose entidades regresivas, generando múltiples intereses enfrentados entre partidarios de la luz y del mal, entre seres libres y benevolentes o fuerzas oscuras y dominadoras.
Esta maravillosa cultura extraterrestre nos revela otras realidades que oscurecían nuestra labor y la de los contactados. Todos buscamos la verdad y esa búsqueda ha costado millones de vidas: planetas destruidos, civilizaciones extinguidas y un sinfín de sucesos que nos obliga a mantenernos vigilantes. Por ello, en nuestras observaciones hemos detectado la llegada constante de naves de todas las formas y tamaños, provenientes de mundos lejanos, rodeando la Tierra con el propósito de hallar una solución que aún está pendiente. Es por este y otros motivos que seguimos aquí. Actualmente mantenemos miles de contactos telepáticos con terrestres, para que sepáis que llevamos mucho tiempo acompañándonos.
Han pasado cinco décadas desde aquel encuentro planetario universal con habitantes de la Tierra 🌎, cuyo propósito era preparar y adiestrar, de forma consciente y saludable, a aquellos que difundieron nuestras enseñanzas. Como ya sabéis, se dieron todo tipo de experiencias, incluso graves percances para muchos contactados a causa de los ataques de la oscuridad que nosotros, los extraterrestres de Ganímedes, padecimos. Las comunicaciones telepáticas fueron contaminadas y se cerró todo contacto con los terrestres. Aunque sea un hecho del pasado, para nosotros permanece en un eterno presente. Hemos reconocido nuestros errores y perfeccionado los métodos de contacto telepático. Todo formaba parte de un ejército de seres estelares que encarnaron en la Tierra con una misión redentora: ayudar a una humanidad que había perdido sus valores, con el fin de que entendiese su origen y despertara su conciencia.
Esta narrativa sigue vigente hoy, con o sin el respaldo formal de la Federación Galáctica. La Tierra atraviesa una grave crisis mundial impulsada por fuerzas oscuras que han instaurado políticas perversas y siniestras. Esto ha generado una desconexión profunda entre las personas: familias, amigos y hermanos se separan, marcando la división entre el trigo y la cizaña. Y lo estáis viendo claramente. Todo ello ocurre por los profundos cambios orbitales del planeta, impulsados desde nuestras naves para reactivar la conciencia colectiva, apagada hace décadas… incluso siglos. Esta transformación acelera también la reacción negativa de los oscuros, que actúan de forma obsesiva, siniestra y vengativa.
La humanidad atraviesa un cambio dimensional que implica asimilar lecciones atrasadas y superar sufrimientos pasados. En este ciclo habéis elegido no repetir los mismos errores, integrando lo aprendido. Para ello contáis con nuestra ayuda: la de aquellos a quienes llamáis extraterrestres, que vigilamos vuestro destino desde siempre. No obstante, debido a la urgencia, hemos enviado a vuestro mundo millones de seres benevolentes para recordaros quiénes sois, de dónde venís y qué propósito os guía. Cada vez más terrestres despiertan y generan conciencia.
La virtud está en la paciencia y en la esperanza de convertiros en nuevas personas, destinadas a liberar mundos que fueron esclavizados, del mismo modo que lo fue el vuestro.
