Tantra : el trabajo de energías amorosas y sabias
El tantra ha terminado su fase de misterio, aunque los menos avanzados siguen el programa clásico inducido entre alternancia simplistas equivocadas desvelando variadas respuestas ocultas hasta ahora desconocidas para la mayoría. El poder intrínseco de la energía tántrica es inmenso, auténtico y debería ser un recurso valioso al servicio de la humanidad. Sin embargo, en el presente no hay distinciones claras que nos ayuden a entender estas experiencias sutiles que nos rodean. Se manifiestan en nuestra vida cotidiana sin que a menudo seamos conscientes de su presencia, pero lamentablemente, este conocimiento profundo ha sido relegado a la sombra de unos pocos elegidos. En el contexto actual, los seres humanos, a pesar de estar atrapados en los intereses y titeres egoístas del mundo material, buscan ansiosamente el significado del propósito de la vida. En esta búsqueda, nos enfrentamos a un océano de información fluctuante y ambigua, donde es imperativo discernir y eludir aquello que no resuena con los valores nuevos que surgen en respuesta a preguntas que han estado sin respuestas durante demasiado tiempo.
Cuando se menciona el tantra, muchas veces la imagen que se evoca está relacionada directa o principalmente con la sexualidad. A pesar de que la sexualidad es sólo uno de los aspectos que puede tocarse en esta práctica, muchos espíritus se desorientan, manipulando su esencia de una manera errónea que dirigen hacia un entendimiento contaminado por el ruido cotidiano de la tierra. Para practicar tantra, es fundamental tener una mente clara y un corazón despojado de la carga de pensamientos erróneos y del peso de la concentración excesiva. Es un camino que puede considerarse como un juego espiritual, donde las reglas son intrínsecas y permitir disfrutar de ellas puede abrirnos a realidades energéticas elevadas. Así, el recorrido y desarrollo de estas ciencias cósmicas, traídas de otros planos de existencia, implica entrar en contacto en materia con nuestra verdadera esencia y entender de manera más directa por qué nos llegan estas vibraciones tántricas, y la razón detrás del desconocimiento que incrementa los tabúes en nuestra cultura.
Para aquellos atrapados en densidades egoístas, el tantra resulta irrelevante; más aún, no deberían intentarlo. Este conocimiento está destinado a personas que tienen una activación espiritual intrínseca, que buscan refugio en la sabiduría y que están en un camino de crecimiento auténtico. Este camino espiritual está manifiesto en todos los seres terrestres, aunque a menudo parece estar oculto o adormecido. Este despertar ocurre cuando el espíritu avanza hacia niveles superiores de espiritualidad, centrados en frecuencias amorosas y sutiles, permitiendo que la vida amorosa sea más simple, menos limitada y, por ende, más gratificante. Esta ciencia, ofrecida a los terrícolas por nuestros ancestros, se transmitió en enseñanzas observables, no limitadas, y centradas en liberarnos de los sentimientos egoístas, alineando nuestros espíritus con la forma en que responde el universo
.Toda esta narrativa ha sido cautivada, cultivada durante varias décadas, enfocándose en grupos de contactados con la misión de comunicar información sobre el tantra y su existencia a través de programaciones necesarias. Al hacerlo, hemos continuado en círculos cerrados, pero abiertos a todos aquellos que se nutren y sienten atraídos por este conocimiento. Esta narrativa, tangible y convincente, ha llevado a muchos de ustedes a una comprensión más profunda, familiar, sobre cómo estas experiencias tántricas se desarrollan en otros mundos de forma similar. Este regalo del universo no se distribuyó indiscriminadamente, y menos aún a todos los contactados, ya que nuestra práctica se centra en identificar quién está realmente preparado para recibir nuestra asistencia en el tantra y quién no lo está.
El programa fue entregado a múltiples de los nuestros, seleccionados cuidadosamente, y se llevó a cabo un proceso de preparación que los interconectó con energías mayores de frecuencias elevadas, para que pudieran comprender cómo utilizar estos conocimientos en su vida. Claro que este viaje es un juego maravilloso, pero también está lleno de "limitaciones" que no siempre son universales. Muchos de los "elegidos" que comenzaron los contactos telepáticos se vieron desviados por sus relaciones personales, a menudo atrapados en un matrimonio que les limitó. ¿Por qué señalamos esto? Este planeta es, a fin de cuentas, un espacio experimental; no hay una realidad absoluta; de existir, la humanidad y el espíritu nunca avanzarían. Siempre habrá percepciones que intuiremos y, en ocasiones, legalizaremos (los terrícolas) como la éúnica verdad, pero la forma en que se nos presente esa realidad será influenciada por el espejo a través del cual la observamos. Así, para que todo funcione correctamente bajo nuestros parámetros, es necesario aceptar toda una serie de requisitos que no todos logran entender, especialmente en un planeta lleno de ideas necias, antiguas y, a menudo, peligrosas.
Se otorgan a las personas solo aquellos conocimientos que son adecuados para ellas, ya sea en el tantra o en cualquier otra situación que la vida les interponga. Muchos de nuestros contactos han tenido éxito al integrarse al juego del tantra, a pesar de las adversidades que encontraron en su camino, y han logrado avanzar para mejorar las relaciones amorosas y los sentimientos, corrigiendo los disensos desde nuestras investigaciones. En tiempos pasados, un grupo de hermanos cósmicos de Ganimedes activó, aunque de manera local sin conocimiento pleno, la esencia del tantra en la Tierra. Algunos se prepararon y avanzaron, mientras que otros, a pesar de no saberlo, fueron conducidos por nuestros propósitos hacia la simple y profunda misión de amar. Todo comienza con un simple gesto, un comienzo,el abrazo conecta con el cuerpo emocional, el tantra. Decenas de maestros extraterrestres de distintos rincones del universo arribaron a experimentar la maestría del tantra en nuestro plano físico, compartiendo así una energía amorosa en sintonía con los maestros de Ganimedes y las manifestaciones de sus naves.
A partir de esas interacciones, surgieron guías y maestros instructores que comenzaron a desarrollar un enfoque equilibrado para enfrentar las dificultades que algunos contactados encontraron, relacionadas con operaciones clandestinas de extraterrestres con intenciones negativas. Hoy, después de tanto tiempo, el programa tántrico continúa evolucionando, aunque de manera más sutil. Lo que buscamos es construir una humanidad digna y entretenida, que esté libre a pesar de los obstáculos que enfrenten. La práctica del tantra es diversa y está llena de matices relacionados con la valentía y la inseguridad, y establece nuevas oportunidades de aprendizaje a partir de situaciones que se presentan en la vida. Un mundo atractivo, acertado sensitivo que sostiene el amor tántrico.
Los extraterrestres comprometidos con estos discursos y encuentros tántricos tienen la libertad de crear situaciones y momentos experienciales que satisfacen sus conductas y necesidades, a menudo en desacuerdo con la lógica y las restricciones vergonzosas de la vida terrestre. Por tal razón, elaboramos múltiples tentativas para que estas frecuencias amorosas se manifiesten de manera sabia, tranquila y amorosa, siendo nuestro único propósito servir a la humanidad consciente y avanzada, con una mentalidad abierta hacia la búsqueda de la verdad en nuevos propósitos, donde los sentimientos vibran en equilibrio, se entrelazan con secuencias amorosas libres y se expresan creativamente. La información tántrica de nuestros hermanos, maestros e instructores de Ganimedes, resuena con la importancia de estar abiertos a las energías y momentos adecuados, ya que puede haber un intercambio táctil tántrico sutil, alejado de demagogias, centrado primordialmente en lo más profundo del corazón. Este intercambio es, en sí mismo, un abrazo que trasciende lo ordinario
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Un abrazo puede verse envuelto como un simple acto de afecto, como también de amar, pero es mucho más que eso; es un tiempo en el que tocamos el tantra de manera efímera, un acto de amor que trasciende el tiempo y espacio, una gratificación por la amistad que cultivamos. Este gesto se repite entre nosotros, cada vez que hay un verdadero sentimiento hacia la otra persona, ya sea una amiga o alguien cercano. Sin embargo, a menudo no profundizamos en lo que ese momento puede implicar, dejando escapar la oportunidad de comprender que está sucediendo en lo mas profundo dentro de nosotros en ciertas circunstancias, la frecuencia se eleva en compensación a otras vidas que hemos compartido, proporcionando alivio y una forma de perdón hacia el otro. Aquellos que se aventuran más allá de estos abrazos son capaces de permitir que su amor fluya, que su energía positiva envuelva y abrace al otro. Esta verdad se sostiene en la medida de la madurez de nuestros pensamientos y sabiduría, lo que determina el grado de lucidez y conocimiento a través de las sensaciones que recibimos y cómo estas se sostienen en el tiempo necesario.
En esos momentos, dependiendo de la energía que proyectemos, nos conectaremos con diferentes frecuencias, aquellas que están en nuestra sintonia todas ellas parte de un ciclo motor de perdónar, ocurre a través del amor cósmico en la que corresponde mostrar. Esto se intensifica si somos capaces de reconocer abiertamente ese amor, esa luz que puede florecer y marchitar los errores que hemos cometido. Cada gesto cuenta, no hay casualidades, todos despiertan un deseo de animadversión intrínseco de amar y de estar con esa persona, lo que se traduce en un intercambio de aprendizajes, donde la intimidad se fortalece o se desvincula según el aprendizaje de cada individuo. El tantra es curativo y sanador; está repleto de sabiduría y actitudes que fomentan pensamientos positivos que enriquecen nuestra experiencia. Sin embargo, su esencia está profundamente interconectada con otras vivencias que pueden influenciar o no, dependiendo de la profundidad didáctica de cada espíritu. A medida que avanzamos en este camino, podemos conocer mejor las conexiones que nos ligan a experiencias pasadas, lo que potencialmente podría llevarnos a un nuevo regreso y expansión de la conciencia.